miércoles, 18 de octubre de 2017

LOS BOLOS EN GETXO



El “Juego de Bolos” es una vieja afición en la historia, existen antecedentes de dicho juego en Egipto, Grecia y Roma. Pero sobre su localización en nuestro entorno, se conocen pocos datos. La historia habla de la existencia de canchas junto a las ermitas e iglesias, donde en el pasado se celebraban pequeños torneos de bolos los días festivos o en los que se llevaba a cabo alguna romería en honor de algún santo o virgen. Uno de esos casos es el que más adelante comentaré, estuvo situado en el barrio getxotarra de Andra Mari.

Según varios autores esa modalidad de juego aparece ya entre nosotros, me refiero a Bizkaia, a partir del siglo XIV. Es desde esas fechas que irán surgiendo los primeros indicios a través de documentos oficiales. Los documentos que van acreditando la aparición del juego de bolos, se encuentran en archivos provinciales “Archivo Foral de Bizkaia”, y se inician a partir de 1822. Desde esa fecha muchos serán los Ayuntamientos, en cuyos documentos aparecerá nombrada esa actividad lúdica (Yurre, Orozco, Barrika, Echano, Aranzazu, Durango, Fruniz, Mungia, Bilbao, Bedarona, Derio y Getxo).


El primer documento que se conserva en el Archivo Foral de Bizkaia es de 1822, se refiere a la construcción de un edificio, que además de una escuela de primeras letras y Salón Municipal iba a tener las siguientes caracteristicas: “...será un suelo, vajo él un juego de bolos que sirva de recreo a los vecinos en los días Domingos y Fiestas...” He recogido literalmente lo descrito en ese documento del Ayuntamiento de Yurre, a pesar de sus errores gramaticales.

Más cercano a nosotros, es otro documento del Ayuntamiento de Barrika de 1842, con motivo del arrendamiento de una taberna en la que se cobraban los arbitrios, en el que se dice: “...una casa que sirve de taberna, esta casa tiene un juego de bolos...”

Y relativo a nuestro municipio Getxo, es de 1885, se trata de un expediente de obra tramitado por el Ayuntamiento de Berango: “...para la construcción de una casa destinada a taberna pública y juego de bolos en el término de “Aldapa” perteneciente al caserío “Inchaurraga”...” El responsable de dicho proyecto fue el maestro de obras (Arquitecto Municipal de Getxo) D. Francisco Ciriaco de Menchaca.


Dicho juego, se practicaba en el País Vasco continental, dice “Auñamendi Euzko Antziklopedia”: “...durante mucho tiempo y hasta mediado el siglo XX, cada barrio, cada bar de barrio e incluso algunas granjas, poseían su bolera donde se reunía el vecindario para pasar la tarde de los domingos…”

Al parecer se trataba de un juego que algunos autores, respondiendo a criterios doctrinales, no consideraban excesivamente “moralista”. Algunas ordenanzas municipales, a lo largo de los Siglos XVI y XVII, penalizaban dicha practica si se realizaba: “...en las vías públicas, y se jugaba a partir de determinada hora, o en días festivos señalados...”

Entre sus modalidades en el País Vasco estaban el Pasabolo de tablón, Tres tablones, el Iru Txirlo en Araba, Bolo-palma, Cachete, Remonte, y otras variedades. Al parecer la practicada en Getxo era la modalidad de “Erremonte munaduna” (remonte con muna), que se jugaba con nueve bolos grandes, uno pequeño y bolas bastante voluminosas.

Como decía al inicio, cuando hablaba del juego de bolos en Getxo, la primera referencia al juego de bolos en nuestro barrio, aparece en las actas municipales del 21 de marzo de 1878, en esa fecha D. Nicanor Amigo solicitaba al Ayuntamiento: “...permiso para hacer un juego de bolos desde la esquina del paredón que cierra el patio de la ermita del Ángel hasta dentro de la cuadra de la casa taberna llamada Venta del Ángel...” Los comisionados para dar la autorización de aquella bolera fueron el teniente de Alcalde Sr. Ibatao y los regidores Srs. Mardaras y Uria. Aquel sería el inicio de una afición, que años más tarde desaparecerá, no constando en ningún acto festivo ni escrito referencias a ella. El espacio que ocupaba era pequeño, pero las apuestas encubiertas estaban servidas.


La segunda referencia de esa afición a los bolos, en nuestro Pueblo será la que aparece recogida en el expediente de construcción de la vivienda de D. Matías Romo, que en mayo 1893 solicitaba permiso municipal para transformar lo que había sido una chabola para guardar ganado en su nueva vivienda. Aquella casa que por los planos presentados debía de estar a la altura de la actual calle Santa Eugenia, tenía entre la vivienda proyectada y la antigua vivienda de Romo una bolera.

Además, según relata el Trinitario P. Carlos Zabala, en su “Historia de Getxo”: “…Del Estadillo sobre los lugares de diversión, remitido por el Ayuntamiento a la Diputación con fecha de 2 de abril de 1864 …, Había también dos boleras (“bolatoki”), “ambas en buen estado". Una estaba en la “casa de Ascorra", de Vicente Ascorra, calle, Terreno de Alangüeta, n-18, hoy calle Alango. Medía 840 pies cuadrados. D. Eleuterio Larrea era el dueño de la segunda, aunque la tenía arrendada a Juan Bautista, (a) “Batxi, medía 800 pies cuadrados. Era la más concurrida. Por término medio a las boleras concurrían diariamente unas 20 personas en total...”


No hay noticias relacionadas con ese juego, ni en la prensa de la época, ni en los programas de festejos, pero durante algunos años, la Venta del Ángel con su cancha de bolos fue uno de los puntos de diversión de nuestros mayores. Fue un juego que, en otras épocas, se extendió por todo Bizkaia, llegando a tener más de 400 boleras contabilizadas, de las que en la actualidad tan sólo se conservan una cuarta parte. En nuestro territorio, se pueden citar por su importancia las de Amorebieta, Dima y Lemoa. 

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