jueves, 14 de abril de 2016

LAS DISCUSIONES DEL FERROCARRIL -I-



El Ferrocarril Económico de Bilbao a Las Arenas y Algorta, ese que algunos desearon que no continuara hasta Plentzia, cuántos escritos, cuántas súplicas y enfados causó, cuando todavía Getxo no había casi comenzado a crecer. Como ya comenté en anteriores ocasiones el ferrocarril de Bilbao a Las Arenas se puso en marcha el 1 de julio de 1887, promovido por la familia Aguirre en un Getxo que en 1887 tan solo contaba con una población de 2.651 habitantes. Pero que en 1891, y debido a aquel camino de hierro, iba a iniciar un largo desarrollo que daría lugar a una no menos larga discusión entre los vecinos de Las Arenas y Algorta con la compañía del ferrocarril, por el paso del mismo desde Las Arenas hacia Plentzia.

Se desarrolló un proyecto inicial, aunque más tarde se intentó variar su curso. El proyecto inicial decía: “...Arranca la línea desde la estación de Las Arenas hacia Algorta..., se cruza el río Gobela por medio de un puente de tramo metálico de 5 metros de luz..., en el que se pondrá una barrera, y se interna en los pinares de los señores Urquizu y Aguirre..., cruzando el barranco del primero..., cruzando el camino de servidumbre que se dirige a la Avanzada de Algorta..., cruzando a nivel la servidumbre del camino de Arechetas..., y después se pasará en desmonte las heredades del frente de la Fonda de San Ignacio..., hasta la entrada del túnel que se proyecta..., al pasar el tramo del señor Barroeta se respetará el valle en el que se halla..., y la propiedad del señor Sainz..., El apeadero de San Ignacio se proyecta en el ángulo que forman las casas de los Srs. Barroeta y Sainz (solar nº 21 de los Srs. Alangüetas)..., en la entrada de la vía a la calle del Sr. Sainz se colocará una barrera..., se pondrán igualmente barreras en los cuatro callejones hasta llegar a la bajada a la playa..., la cual se bajará a nivel hasta atravesar el paseo de María Cristina..., a fin de no interrumpir la línea se proyecta un túnel de 220 metros..., en la casa de un piso del Sr. Zalduondo..., atraviesa frente a las casas de los Srs. Uribe, Ansoleaga y Uria..., Después del túnel y frente a la plaza de toros se establecerá la Estación de Algorta..., a la salida de la misma se atraviesa la carretera de Plencia, donde se establecerán dos barreras vigiladas por un guarda..., el camino al cementerio se desviará..., y la servidumbre de los caminos de Telleche y Piñaga-Goicoa se atravesarán a nivel, así como la entrada que conduce al lavadero..., Para el cruce del arroyo de Guecho se construirá una alcantarilla de dos metros de luz..., En el paso a nivel del cruce de Guecho se colocaran otras dos barreras y a continuación se establecerá un apeadero..., Para atravesar el camino carreteril de Hormaza-Goicoa se construirá un paso inferior..., los de Martiturri y Dendariñe se pasaran a nivel..., el arroyo de Basarreta se pasara por medio de una alcantarilla de dos metros de luz..., siendo esta la última obra que se haga dentro de la jurisdicción...” Esa era la descripción de los trabajos a realizar dentro del Municipio de Getxo. Seguía la compañía alabando su diseño diciendo: “...Por la descripción del trabajo..., con el nuevo ferrocarril..., será difícil citar, no solo en España, si no en Europa, que un pueblo con 3.600 habitantes..., tenga dos estaciones y dos apeaderos...”


Pero pese a esos argumentos parece que existían descontentos entre el vecindario. Ya desde Febrero de 1891 surgían las primeras cartas de desavenencia, esta vez en el barrio de Romo (entonces Las Arenas). La empresa ferroviaria pretendía realizar un cambio en el trazado inicial y el 9 de Febrero de 1891 y lo justificaba en un escrito a la alcaldía de Getxo: “...En el primer kilómetro no hay cambios respecto al proyecto original..., a partir del barranco que existe al fondo de la tejera de la Avanzada de Algorta, el nuevo trazado se separa del río Gobela..., y empieza a subir hasta la travesía de la carretera de Las Arenas a Algorta..., de modo que con un solo paso a nivel se salvaran ambas vías...”

La colocación de las estacas para determinar la alineación de las vías desde Las Arenas a Algorta, y el murallón que se iba a construir a ambos lados, parece que invadía una de las calles, dificultando el transito, y quién sabe si las apetencias de urbanizar la zona por alguno de los firmantes. Así lo expresaban el 16 de febrero en una carta dirigida a la alcaldía: “...Los que suscriben, unos vecinos y otros propietarios de terrenos enclavados en la jurisdicción y barrio de Las Arenas..., que se han enterado del replanteo de las estacas para prolongar la vía férrea hasta Plencia..., al poco de iniciarse se introduce en una calle a la orilla del Gobela...” Entre los firmantes de aquel escrito se encontraban Matías Romo, José Hurtado, Teodoro Urtueta, José Manuel Aguirre y otros.


En marzo de ese año otra carta, esta correspondiente a una sesión de la alcaldía, era dirigida por el Alcalde de Getxo al Presidente del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, quien había solicitado diferentes autorizaciones para confirmar los trabajos de dicha línea. El escrito decía: “...Acordó el Ayuntamiento..., contestando a su comunicación del 26 de febrero último..., que el Ayuntamiento no puede prestar por ahora su permiso para que se ejecuten las obras..., que corresponda a la modificación del primitivo proyecto..., siendo para ello preciso conocer los términos..., en que se conceda la autorización del Ministro de Fomento...” Parece que la compañía buscaba atajos en Madrid para ejecutar de forma más beneficiosa las obras. Aunque la compañía justificaba su cambio para: “...beneficiar a la parte más poblada del vecindario..., a expensas de un aumento del gasto...” Estas obras se iban a desarrollar entre la estación de Las Arenas y la cuesta de Arecheta y el consistorio se oponía a que se invadieran terrenos de propiedad pública. Al parecer existía un camino carreteril, que se encontraba cercano al cauce del rio Gobela, que el trazado iba a cruzar, y el consistorio autorizaba a la compañía a cruzarlo, a condición de dejar un paso en buenas condiciones para los vecinos y carros que venían utilizándolo regularmente.

Mientras que el diario “El nervión” del día 25 de marzo de 1891 anunciaba: “...Han comenzado los trabajos de construcción del ferrocarril de Las Arenas a Plencia, en el trozo comprendido entre Las Arenas y el paso a nivel de la carretera de Algorta y la de Plencia. Estos trabajos han comenzado con buen impulso y es de esperar que sufran mayor todavía en vista del entusiasmo que reina entre los algorteños, quienes han comprendido los beneficios que ha de reportar esta línea a aquella bonita estación de veraneo...”. El consistorio de Getxo, bajo la presidencia de Eladio Sustacha, anunciaba el diario “El Noticiero Bilbaino”, el día 26 de marzo de 1891, que se hallaban a disposición de los vecinos y afectados, por el trazado del Ferrocarril Las Arenas a Plentzia, los planos de dicha obra, para poder presentar alegaciones.


Los vecinos de Algorta, al parecer, no compartían plenamente esa veraniega apreciación. Por cartas a la prensa enviadas desde la cercana Villa de Plentzia, se podía percibir que algún sector no minoritario del barrio de Getxo, estaba temeroso de que al perder Algorta la condición de estación de cabecera, algunas de sus prerrogativas (Consigna, aparcadero, etc.) podían dejar de existir, con sus consiguientes puestos de trabajo, además de resentirse los servicios (Balneario, Hoteles, Fondas, etc.). Decía aquel columnista: “...Hoy, que parece ser que a los algorteños les ha entrado la fiebre de hacer públicos en competencia los pareceres y discrepancias que en su pueblo existen respecto al paso por él del ferrocarril en construcción de las Arenas a esta villa...” Parece que uno de los temores de los vecinos de Getxo, no mal fundados, estaba en que al hacer el trazado hasta Plentzia, la playa de Algorta pudiera perder interés para los vecinos de Bilbao. Ya en su comentario en “El Nervión”, un avispado comentarista, hacía esa observación: “...la llegada del ferrocarril a Plencia haría que esta Villa fuera la playa favorita de los bañistas bilbainos..., haciendo que muchos viajeros continuarán el viaje hasta esta bonita villa..., Probablemente en el verano del año próximo oiremos pitar la locomotora en Plencia y es de creer que dadas las excepcionales condiciones de esta villa, la bondad de su playa y los atractivos que al efecto se preparan, será Plencia el punto veraniego más agradable de cuantos existen en toda Vizcaya...”


En la próxima entrada veremos las cartas de protesta vecinal, algunas de ellas remitidas a los diarios de la época. Al igual que haré, repitiendo en el cuarto y último capitulo de esta entrada, paso a indicar las fuentes de esta historia del ferrocarril de Las Arenas a Plentzia. Expedientes del Archivo Municipal de Getxo: Documentación: Código 2.5.1.1.4 Signatura 4678008, Código 2.5.3.5 Signatura 4679-10, Planos: Código 2.5.1.1.5 Signatura 4669-12. Y diarios del Siglo XIX “El nervión” y “El Noticiero Bilbaino(http://www.liburuklik.euskadi.net).

4 comentarios:

  1. Genial la historia de Getxo, gracias, moltes gracies

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  2. ¿sabes si alguna vez se planteo hacer la linea por Leioa (Udondo-Avanzada-Casa de la Alcaldesa?

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  3. No he encontrado nada que indique esa opción.

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