miércoles, 16 de julio de 2014

EL DÍA EN QUE GETXO EMPEZÓ A MODERNIZARSE


Muchos fueron los pasos y vicisitudes que nuestro pueblo dio a través de su historia, pero en mi opinión, el día en que comenzó a crear una dinámica de modernización de la vida ciudadana, de su constitución como urbe moderna, fue el 16 de enero de 1848 bajo la presidencia de D. Juan Antonio de Sarría. 
 
Fue el día que se realizó la primera división de Getxo por distritos. Se vio por parte del consistorio la necesidad de crear 8 distritos o barrios. La división se realizó bajo la tutela de los 8 concejales que componían el Ayuntamiento. La finalidad de la misma no fue otra que el control de caños, casas y demás bienes del municipio. Para preparar el cambio se nombró una comisión compuesta por los siguientes señores: D. Juan Antonio de Menchaca y D. Antonio de Retureta. Así mismo se acordó realizar un registro estadístico y un padrón municipal. 
 
También, y para dar satisfacción a la iglesia y recaudar los impuestos de la llamada “Bula de la Santa Cruzada”, se nombró como expendedor al munícipe D. Juan Bautista de Zalduondo. Existían diversas modalidades de bulas: “...bulas de cruzada, bulas de carne, de difuntos, de lacticinio y de composición....”, todo “fiel cristiano” tenía la obligación de comprarlas, salvo que fuera pobre, aunque en esto también había su picaresca. Un escritor de la época decía: 

“...pero en esto de quienes son pobres o no para los efectos de la bula, tenemos que hablar largo y tendido...,...hay pobres auténticos y pobres de camama, !Yo conocí a uno que hacía de pobre y se murió dejando un capital de tres mil duros!...” Es más, diferenciaba a los pobres, no en función de la heredad, si no de la necesidad y decía: “...hay muchos que de buena fe piensan que la limosna o precio del documento sagrado, es igual para el rico que para el pobre, !Error, hermanos míos! ¡Error grandísimo!, ¿Cómo ha de ser igual la tasa para un opulento banquero y para el autor de estas líneas, que se conmueve ante la silueta de un duro?...; quizá de ellas hable más adelante. 

 
Fijaron su vista en los caminos (algunos casi intransitables). Era el caso del camino de los Puentes hacia Zubilleta, que las corrientes de aguas había deteriorado. Prohibieron, para evitar su destrozo el paso de carros por los caminos peatoniles. Procedieron a la reparación de la escalera y camino adyacente de la iglesia de San Nikolas de Bari, que se veían erosionados por las aguas que llegaban desde el Monte San Martin . 
 
Otra de sus inquietudes se centró en las picaresca que existía en la medidas de los molineros, por lo que decidieron hacer una visita a todos los molinos del municipio a fin de comprobar las pesa y balanzas de los mismos. Quizá en su diligencia por realizar aquellos controles cometieron el error de avisar previamente a los interesados, ya que editaron unos bandos que los puso de sobre aviso. Mejoraron, no solo el aspecto, si no la limpieza y el buen uso de las fuentes locales. También acordaron mantener libres de basuras y escombros los lindes de los caminos. 
 
Entre sus preocupaciones se encontraba el abandono y deterioro de las vegas, tanto de las comunales como de las privadas, que estaban afectando a las cosechas, por lo que decidieron revisar las acequias y zanjas para que corrieran las aguas sin dificultad. También decidieron hacer frente a la mejora de la instrucción primaria, para lo que valoraron el arriendo de las vegas, hasta el momento no cultivadas. Un año más tarde decidieron reparar la escuela vieja y la creación de una nueva. 

 
El 26 de diciembre de 1848 se vio la necesidad de dotar a la zona denominada “Satistegi-Gana” de una fuente pública. Decidieron realizar las excavaciones necesarias para localizar el mejor manantial que dotara del caudal necesario a la fuente. 
 
Hasta aquí una visión de un tiempo en el que Getxo empezó a modernizarse. Fueron los primeros pasos.

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