miércoles, 23 de abril de 2014

EL ABRA, LA RÍA Y EL TRANVÍA y -II-


Como decía en la entrada anterior, del 11 de Abril, el otro elemento que vino a comunicar aquellos pueblos que existían a lo largo de la ría, fue el Tranvía. El 18 de Agosto de 1872 se otorgó dicha concesión a los empresarios D. Juan González Lavin y D. Juan M. Morales, pero a poco de aprobarse aquel proyecto, comenzó la segunda guerra entre los Carlistas y los Liberales, lo que imposibilitaría el comienzo de las mismas. 
 
Al finalizar el conflicto, en 1875, la concesión pasó a un grupo de comerciantes bilbainos (Juan y Emiliano Amann, Juan Aburto, Eusebio García). Las obras se realizaron bajo la dirección del Ingeniero Laureano Santamaría, inaugurándose el 9 de Septiembre de 1876, inicialmente entre Bilbao y Zorrozaurre, poco tiempo después se prolongaban hasta Las Arenas y Algorta. 
 
Así lo anunciaban el denominado periódico de educación popular “El Amigo”, de tirada dominical, el 19 de Diciembre de 1880, en el que anunciaba la adjudicación hecha por los entonces concesionarios a favor de la Sociedad Anónima de “Compañía de Tranvías de Bilbao a Las Arenas y Algorta”. 
 
De aquel tranvía que había sido construido, primero de tracción animal (caballos) en el año 1.876 y que posteriormente se electrificaría en 1887, decía en la “Revista Ilustrada” de Febrero de 1896 “...los nuevos coches son confortables y de elegante aspecto; marchan perfectamente, tanto en uno como en otro sentido, al poner en contacto el cable suspendido en toda la línea por pilotes, la ruedecilla que lleva en su extremo un brazo que parte del vehículo. La velocidad la gradúa el conductor a su voluntad, con una manivela que lleva en su extremo una campana con la que va llamando la atención de los transeúntes...”. 

 
Y sin embargo, esta compañía también tuvo sus conflictos con algunos propietarios de la república de Deusto. En un Boletín Oficial, desde una lejana tierra, la de Murcia, el 9 de Febrero de 1896, era recogida aquellos autos judiciales, que se interpusieron ante el Gobernador de Bizkaia y el Juez de Primera instancia de Bilbao. En dicha reclamación, el entonces director gerente de la “Sociedad Colectiva Jose J. Amann y Compañía” de Bilbao, se dirigía primero al Ayuntamiento de Deusto, solicitando la construcción de un cruce en un espacio propiedad de D. Miguel de Uribarry, en el que la compañía de tranvías deseaba realizar un aparcadero, para los tranvías de Bilbao a Algorta y Santurtzi.
 
El Ayuntamiento, en su sesión del 16 de Febrero, concedía la autorización por considerar aquella obra de interés municipal y beneficiosa para los usuarios y vecinos. El 27 de Marzo, los operarios de aquella obra realizaron una zanja, derribando algunas acacias que florecían en aquel terreno, y pese a la oposición del propietario siguieron adelante con la obra. El 6 de Abril, el Ayuntamiento de Deusto recibía una comunicación del Director General de dicha compañía en el que se les explicaba que el propietario de los terrenos Sr. Uribarry se oponía y no permitía realizar aquella obra, presentando un interdicto ante el Juzgado de Bilbao, por el que solicitaba recobrar aquella propiedad. 
 
Aquella demanda supuso diversas intervenciones, tanto del Gobierno Civil, como del la judicatura, quedando finalmente, tras consultar al Consejo de estado, el fallo a favor de la administración.

 
En otro de los diarios de tirada Salmantina, en el “Nuevo Progreso” del 3 de Abril de 1890, se hablaba en su pagina Nº 2 de nuestro tranvía, el cual se recordaba que comunicaba Bilbao con Las Arenas y Algorta. Se daba la noticia de las pruebas que se estaban realizando, con un nuevo sistema de rodaje en sus ruedas, ya probado con éxito en el ferrocarril de Durango. Sistema consistente en utilizar ruedas y ejes locos en sus ruedas, lo que permitía salvar las curvas con mayor facilidad. 
 
Como dato curioso, referido a los movimientos de mercancías y gentes, a los que hacia referencia al comienzo de este articulo, cabe señalar que en lo relativo a los ingresos derivados por los ferrocarriles españoles entre 1911-1912, los del Norte de la Península representaban la recaudación más alta del Estado, con un volumen de recaudación de 79.386.724 pesetas, mientras que los de Madrid-Zatagoza-Alicante en aquellas fechas eran de 69.444.405 pesetas. En niveles mucho mas bajos se hallaban los Andaluces con 15.109.058 pesetas, siendo los mas bajos los 681.224 pesetas de los Salmantinos. 

 
Años mas tarde, en la “Hoja del Lunes” de Madrid del 10 de Julio de 1944, aparecía la noticia de que en el B.O.E., en la sección de Obras Publicas, se otorgaba a la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao, la concesión de una línea de trolebuses entre Bilbao y Algorta, que venía a sustituir a la vieja línea de tranvía entre Elorrieta y Algorta. 
 
Hasta aquí un pequeño paso por la historia de nuestra ría y uno de sus medios de comunicación, paralelo, el Tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta.

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