viernes, 7 de marzo de 2014

LA CRISIS DE LA RABA DE BACALAO NORUEGA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL -I-.


Entre los años 1917-1923 nuestros arrantzales importaron “Raba”, producto procedente fundamentalmente de las huevas de bacalao en salmuera, con el que se cebaban las aguas para la pesca. Este producto era importado fundamentalmente de Noruega, aunque también se importarían huevas de arenque de Inglaterra. Esta carnada no estuvo exenta de circunstancias conflictivas, se vio influida por la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y los suministros tuvieron que cambiar de producto, lo que en algún caso provocó la perdida del mismo y la asunción por parte de la Diputación de la responsabilidad de hacer frente a los pagos.
 
Para situar el volumen de negocio que suponían las diferentes especies, con las que trabajaba la pesquería bizkaína, los siguientes datos estadísticos de 1911, nos ofrecen una idea de la importancia de la pesca de la anchoa y sardina, tanto por su volumen, como por los rendimientos económicos (ver cuadro inferior). 

 
En Julio de 1917, la Diputación de Gipuzkoa comisionó a D. Miguel Rivilla, para realizar las gestiones tendentes a importar “Raba de Bacalao” de los Países Escandinavos. Rivilla, enterado por la prensa de que los pescadores bizkainos se habían dirigido a la Diputación de Bizkaia, para que les fuera suministrada raba procedente de aquel país escandinavo, se puso en contacto con la de Bizkaia, a fin de intermediar también, para el suministro a los pescadores bizkainos. 
 
Aquel comerciante era representante de la industria papelera gipuzkoana, y a su vez fabricante de papel en Zegama (Gipuzkoa). Aprovechó sus contactos para iniciar los trámites para los pescadores gipuzkoanos y bizkainos de importación del producto anteriormente citado. 
 
Se esperaba su llegada a “Christiania” para el día 24 de aquel mes. Esta capital, que era lo que hoy conocemos como Oslo, fue durante algunos años conocida en nuestro pais como “Christiania o Cristianía” (1924-1878) y mas tarde “Kristiania” de (1878 a 1924). 

 
Se esperaban con impaciencia sus noticias respecto a la cotización de aquel producto, que según afirmaba era necesario para la pesca de la sardina. Y se proponía fletar un barco en las costas noruegas para traer pasta de madera, y en caso de llegar a un acuerdo, traer también barriles de Raba. 
 
Las cofradías bizkaínas se dirigían el 3 de julio de 1917 a Geroge Hawes, agente comercial de Terranova, en Alicante, para que les orientara en el asunto referido. A su vez las cofradías de Bermeo, Elantxobe, Lekeitio y Ondarroa (en Euskera) y la de Santurtzi (en Castellano), se dirigían el 5 de Julio de 1917, al Presidente de las cofradías de pescadores, informándole de las dificultades para encontrar aquel producto. Y de que se habían puesto en contacto con el anteriormente citado agente comercial, así como con el comisario Regio de Canadá en Londres y el representante de la industria papelera gipuzkoana Sr. Rivilla. La Diputación de Bizkaia, ante la escasez del producto, solicitaba que se le pasara oferta para la importación de 1.000 barriles de raba de bacalao. 

 
El anteriormente citado Sr. Hawes pasaba el 6 de Julio información acerca de la dificultad para importar aquellas remesas, debido a la negativa de los armadores de buques a fletar sus barcos para puertos españoles, especialmente para los del Cantábrico. Y se ofrecía a transportar bacalao desde Terranova junto a algunos barriles de raba, en caso de poder conseguirla, a bordo de vapores españoles. 
 
Los Presidentes de la Cofradía de Pescadores San Pedro de Santurtzi Sr. Domingo Romaña, de la Sociedad de Pescadores Santa Clara de Bermeo Sr. Santos Inchaurraga y de Elantxobe Sr. Errapel Foruria, se dirigían en julio, al Presidente de la Diputación de Bizkaia, agradeciendo las gestiones encaminadas a la importación de aquel producto tan escaso, como deseado. El presidente de la cofradía de Bermeo, expresaba la angustiosa situación en que se hallaba la flota bermeotarra. 

 
Por otra parte se recibía un Telefonema en el edificio de la Bolsa de Bilbao, por parte del Sr. Rivilla, anunciando la llegada de un telegrama de “Chistiania”, acerca de la importación de aquel producto, en el que se decía “...exportación prohibida, hago esfuerzos obtener licencia, indicar Diputaciones trabajar asunto oficialmente. Espero cotizar dentro 8 días 1.000 barriles, he comprado 144 barriles, embarcados vapor Santa Cruz. Coste 270 pesetas barril...”. 
 
No eran estos hechos las únicas vicisitudes, que aquellos suministros tuvieron. El día 14 de julio de 1917, el Presidente de las Cofradías de Pescadores de Bizkaia, se dirigía al la Diputación, expresando los siguiente: 
 
El 14 de julio de 1917, el presidente de las Cofradías de Pescadores de Bizkaia, se dirigía a la Diputación, con un escrito en el cual exponía que las cofradías se habían dirigido a la presidencia de ellas, explicando lo que el Ministro de Marina Español les había transmitido: “...el Gobierno Alemán, ponía en su conocimiento, que los barcos pesqueros, no debían faenar a mas de 20 millas de la costa, pues de otro modo podían ocurrirles cosa desagradables...”. 

 
El estado español en aquella época se encontraba internacionalmente aislado tras la guerra de 1898, no perteneciendo ni a la “Entente Cordiale ni a la Triple Alianza”. 
 
Así que los pescadores planteaban que en aquellas condiciones, no les era posible dedicarse a la pesca del bonito, pesquería que se efectuaba en aquella época del año. Y que por consiguiente tendrían que dedicarse a la pesca de la sardina, faena que se podía realizar dentro de aguas jurisdiccionales. Pero para realizar aquella pesca necesitaban cebo (Raba), y no disponían existencia de la misma. Para ello el Presidente de las Cofradías trató de gestionar cerca del Gobierno, que las embarcaciones pudieran alejarse 20 millas de la costa. Ademas de permitir la importación a la flota pesquera de Bizkaia de la “Raba de Bacalao”. Advertía que el gobierno Noruego había prohibido la exportación de aquel producto, motivado por el conflicto bélico. 
 
Indicaba que de los 1.000 barriles necesarios, solo se habían podido embarcar a bordo del vapor “Santa Cruz” 144 barriles, por lo que solicitaba permiso para hacerse con una parte de aquella cantidad para la flota Bizkaina. 

 
En esas condiciones empezaron a enviar solicitudes, al Presidente de la Diputación de Bizkaia D. Ramón de la Sota, las diferentes cofradías. La primera en realizar aquel pedido fue Portugalete, a través de la “Sala de Ventas” de la empresa “Palacio y Hueda”, que estaba situada en la calle Manuel calvo Nº 13 y 14, quien solicitaba un total de 8 barriles, dos por embarcación existente, o se verían en la necesidad de amarrar, ya que solo les quedaba existencia para 4 ó 5 días, firmaba aquella solicitud el día 19 de julio de 1917 D. Segundo de Palacio. 
 
Le seguían las solicitudes de las cofradías de Bermeo, Lekeitio, Ondarroa y Santurtzi. La de la “Cofradía de Mareantes de San Nicolás” de Algorta (Getxo), llegaría firmada por D. Martin Palacios, el 30 de Julio de aquel año. En ella advertía que la cofradía solo contaba con un barril de raba, y solicitaban la adjudicación de 4 barriles, para evitar tener que amarrar las embarcaciones. 

 
Las cofradías contaban con la siguiente flota: Bermeo 48 embarcaciones, Getxo 1, Lekeitio 11, Ondarroa 8, Portugalete 4 y Zierbana 13. La Cofradía de San Nicolas de Algorta tenia, como he dicho, una sola embarcación dedicada a la pesca de la sardina, la “Joven Carmen”, que era propiedad de Juan Ardanza. 
 
En la próxima entrada iremos viendo las noticias alarmantes sobre aquel producto y el encarecimiento del mismo, así como las soluciones que se tuvieron que adoptar para que los arrantzales pudieran seguir faenando. En ellos intervendría la Diputación de Bizkaia y su Diputado General Sr. Sota.

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