Uno
de los lugares mas fotografiados de Getxo, casi seguro, sera el
Puerto Viejo de Algorta, barrio historicamente de pescadores, con
rincones y gentes entrañables, en
otros tiempos residencia de
lemanes, expertos en el manejo de los barcos que entraban en la Ría,
y de pescadores de bajura, viejos
hombres y mujeres de la mar, herederos de las historias y realidades
que vivieron antes de ellos sus propios aitas, amas, amamas y
aitites, que han guardado sus recuerdos y vivencias, con relatos que
nos han transmitido, sentados en los bancos del Etxetxu.
Lugar
que se podria definir como “un cuadro hecho”
pintado por el vecino de Getxo, Arturo Martínez Taubmann, nacido en
el Casco Viejo de Bilbaino, bohemio de melenas lacias y largas,
amigo del Puerto y sus gentes.
Lugar
de fiestas hasta el amanecer, de inventos accidentales, alli nacio
esa bebida tan apetecida por algunos y tan denostada por otros, el
“Kalimotxo”, que los Antzarrak afirman haber
inventado, donde la marea manda, donde las embarcaciones engalanadas
se dirigen a la soga para iniciar las alzadas, callejuelas estrechas
que evocan motivos marineros “Riberamune”.
Casas
de pescadores de alegres colores, que forman desordenadas y estrechas
callejuelas, embarcaciones abarloadas en las aceras, del rincon mas
visitado, su pequeño puerto, pequeño muelle artificial con forma de
“L”, cuyo vértice se asentaba en una roca conocida popularmente
como “kakaleku”, donde antaño se agolpaban
txalupas y lanchones, dedicadas a la pesca del atún, besugo,
congrio, merluza y sardina, en el que viejos pescadores de manos
curtidas, cuentan sus hazañas y sueñan con los viejos tiempos.
Estas
fotografias de ese Puerto Viejo del pasado, nos recuerdan que la vida
no era tan facil, que aquellos marinos, luchaban cada día por una
subsistencia, que en muchas ocasiones, se cobro la vida de algunos de
aquellos osados aventureros del mar.
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