martes, 3 de julio de 2012

LOS DISLATES IDENTITARIOS Y OTROS DE LOS INVASORES DE 1937



Los dislates identitarios y otros de los invasores de 1937, aquellas gentes enfermas de prepotencia, de ideologia fascista, incapaces de respetar mas que su altaneria, trajeron al Municipio, normas y acuerdos que hoy sonrojarian a los mas tibios.


Asi el 13 de Agosto de 1937 “II-Año triunfal”, en vesión de aquellas enfermizas mentes, acordaron “la adquisición con destino al salon de plenos del Ayuntamiento de un busto de bronce a tamaño natural del generalisimo”. El precio de aquel busto 350 Pts. da una idea de que la efigie del individuo valia tanto como su persona, probablemente hoy se encuentre en el despacho de alguno de sus herederos, o lo mas seguro, alojado en el cubo de la basura de la historia.


Otra de sus obsesiones identitarias fue la de cambiar los nombres de las plazas y calles, asi a la de Sabino Arana la denominaron “generalisimo Franco”, a la Avenida de Algorta por la de “Avenida del ejercito”, a la Plaza y travesia de Florentino Larrondo por “Plaza y travesia de Maria Cristina”, a la calle Errementariena por “Rementariena” y seguian diciendo en el pleno del 28 de Junio de 1937, “sin prejuicio de dedicar otras calles de nueva creación a otros gloriosos paladines del movimiento nacional”.


Como no podia ser de otra manera sus enfermizas mentes disponian sobre la moral y las “buenas costumbres”, asi el 14 de Julio de 1937, cargaban contra la forma de tomar los baños de mar, estableciendo todo un poema de normas:

Las mujeres, sujeto especial de sus transtornadas mentes, debian de llevar “traje de baño completo que cubriera espalda, pecho y costados, ademas de tener sobre falda hasta la rodilla”, no podia consentirse que nada quedara expuesto a sus libidinosas miradas.


Los hombres, tampoco escapaban a sus obsesiones sexuales, asi la norma para ellos establecia que sus traje de baño debia de tener las siguientes caracteristicas “que cubra espalda, pecho y costado, con pantalon amplio de deporte”, por lo que se puede deducir que no quedaba ningun rescoldo fisico, salvo los tobillos, que pudiera causar escandalo aquel beatifico publico. 

 
Pero no contentos con esto, la moral de aquellas gentes aconsejaba y asi lo establecia, que los posibles bañistas debian de ir hasta la orilla del mar “cubiertos por una sabana” a fin de no exponer sus lujuriosos cuerpos a la febriles de miradas de las personas del otro sexo o del mismo, que en todo pensaban. Ni que decir que para cambiarse o quitarse sus complejos atuendos, deberian de hacerlo en sus respectivas casetas de baño.

Parece que se escusaba de estas normas a los niños hasta los cinco años, no constando con claridad, cual era el objeto de que sus cuerpos quedaran expuestos a las mismas miradas enfermizas, en esa temprana edad.

Asi seguian una serie de prohibiciones para los usuarios, que debieron de haber causado la alarma de los psiquiatras de turno, para analizar que podia suceder en aquellos escasos y enfermos “cerebros”.


Establecian multas que iban desde las 5 a las 50 pesetas para todos aquellos que no respetaran aquellas normas de “moral y buenas costumbres”. Asi como en otras ocasiones en el lateral izquierdo, cosa rara en tales especimenes, por las connotaciones politicas, aparecian los nombres de los que dirigian con mano casi militar la corporación, parece que esta acta no debio de inspirarles buenas sensaciones para la posteridad, puesto que quedaba huerfana de autores, salvo unas ilegibles firmas al final de la misma.

El 15 de Septiembre de 1937, se establecia que para poder optar a la plaza de Jefe de la Guardia Municipal, como requisito indispensable “haber sido Oficial o Sargento del Ejercito o bien Guardia Civil ademas de mostar su afección al Movimiento Nacional”. Con dicha fecha tambien se establecia las pertinentes consultas a fin de estar presentes en “los actos patrioticos y de carácter militar organizados con motivo de la jura de los Alfereces de Infanteria”.



Asi seguian una serie de nuevos desmanes de cara a la adjudicación de plazas de auxiliar de limpieza y venta de periodicos para los que se pedia., preceptivamente, informes de las denomidadas “Delegaciones de las F.E.T. Y de las J.O.N.S.”.


Como da para mas elementos ilustrativos de lo que aquellas mentes retorcidas eran capaces de idear y de trasladar a normas, seguire con estas perlas de la ideologia Nacional Socialista de la época, que muchas de ellas, y no es tan extraño, hoy siguen aflorando por estos lares.

2 comentarios:

  1. Es graciosos es que la gran parte de esos invasores no venian de otro planeta ni otra dimension sino que eran del mismo pueblo de toda la vida, cosa que parece ignorar el ilustre cronista.

    ResponderEliminar
  2. Y pertenecian a esas clases acomododas que imponen, desde "Madrid" (lo que significa, no los habitantes), a los demas, esa cosa rancia y casposa a la que llamaban "una grande y libre".

    ResponderEliminar