jueves, 26 de julio de 2012

LA CENSURA EN EL FRANQUISMO


La censura en el franquismo, tiempos tenebrosos donde la cultura era mutilada, las tijeras del franquismo iban dirigidas a cualquier imagen que en aquellas mentes enfermas tuviera una brizna de mirada aviesa, "un beso de boca abierta y sin abrir", que decir de las ideas peligrosas. 
 
En la oscuridad de la sala, los censores del franquismo solo daban muestras de desagrado con leves golpes de tos seca (Ejem, ejem), eso contaban los supervivientes de aquellos cineforums que se celebraban en el Pardo. Durante 40 años, de forma implacable y arbitraria la maquinaria de la censura se encargaba de evitar que el publico viera películas que emponzoñaran el glorioso espíritu nacional. "Película totalmente morbosa –se leia en el expediente de “La tentación vive arriba”, con el comentario de “No hay por donde cogerla". 


Los expedientes de la censura cinematográfica, estaban preñados de vetos, tachaduras, cortes y cambios en los diálogos. Las tachaduras y las notas de puño y letra de los censores daban cuenta de las obsesiones, los miedos y la perversión del régimen." 
 
Todo lo relacionado con la Carne, homosexualidad, divorcio, adulterio, aborto, suicidio, iglesia, y comunismo eran palabras “vade retro satanas”, que llevaban a que la tijera podara inmisericorde aquellas cintas creando muchas veces situaciones cafkianas, al extremo de provocar, en el caso de la pelicula “Mogambo”, para evitar un adulterio, se inventaron un incesto. Tal fue el bochorno que los expedientes posteriores estaban llenos de "prohibir mejor que cortar o cambiar, que no vuelva a pasar como en 'Mogambo'", o creaban dialogos a ratos risibles y a ratos bochornosos o que simplemente que no habia quien los entendiera. 


La carne era mala, si era de Tarzán, mucho más. Los censores hicieron un preciso inventario de besos prohibidos –"besuqueos, besos mordidos, besos giratorios y con lengüeteo"- y de posiciones, sobre todo que se evitaran las situaciónes horizontales de la pareja, decian en la carpeta de censura de la pelicula “Los tártaros”
 
Vetandose toda forma femenina, en ese delirio machista de creer que todo cuerpo femenino existe para llamar al deseo y es objeto de “pecado”, se cortaron incluso planos de la escena de la bañera de “Psicosis”, no fuera que las formas de la acuchillada provocara fantasías eroticas. Todo signo de homosexualidad se cubría con un manto, e incluso se prohibió que los niños se expusieran a los pectorales de Tarzán. "La admiración física hacia el arquetipo puede dañar psíquicamente a los adolescentes poco diferenciados, acentuando su complejo de timidez o de angustia sexual, desviando peligrosamente su atención de la sexualidad femenina", decian en la censura de “La gran aventura de Tarzán”

 
Los veredictos, a veces, eran de una virulencia extrema, para compensar la hiperventilación que había sufrido con el visionado, un censor escribió lo siguiente: "Crimen de lesa humanidad y, en consecuencia, la cabeza que produce tales engendros debería estar colgada en un palo muy alto plantado en la mismísima plaza londinense de Trafalgar". La cabeza que había producido tal engendro era la del director Michael Powell, y el tal engendro, la película “El fotógrafo del pánico”. La pelicula “Don Camilo” fue prohibida porque, según la oponion de aquellos enfermos, hacia creer la existencia de "comunistas buenos". 

 
Hay dos expedientes cuyo grosor es directamente proporcional al alboroto que se armó, uno era el de la pelicula “Gilda”, no se sabe por qué, pero fue permitida, sin prever la furiosa lluvia de telegramas que llegaron de la jerarquia eclesiastica, asi que mientras arreciaba el linchamiento, empezó a correr una leyenda urbana que mantenía que, tras el guante, llegaba el estriptís total; y la pelicula “Viridiana” de Buñuel, la cual tras algunos cortes en el guión, sorteó la censura y ganó en Cannes. Pero el horror que causó en el Vaticano se saldó con la cabeza del director general de Cinematografía y con el inicio de una campaña diplomática para que la película se prohibiera en otros paises. Asi que fue totalmente acertado el comentario de Juan Antonio Barden en los años 50 "El cine español es políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico". 

 
La censura cinematográfica en España desde la promulgación de sus primeras normas en 1912 hasta su desaparición en 1977, provoco como decia anteriormente situaciones ridiculas, insulsas, txirenes, en la realización de imágenes prohibidas, se provocó que numerosas secuencias cortadas por la censura, tanto de películas españolas como extranjeras, se ofrecieran dobles finales y manipulación de los diálogos en el doblaje.

En los años 50, nadie iba al cine sin estar bien avisado sobre las características morales del programa, el los barrios los cines del Domingo eran todo un acontecimiento. Ya desde el día anterior, sábado, sendas noticias sobre los filmes que iban a ser exhibidos al día siguiente figuraban en un listón fijado en la puerta del atrio de la iglesia parroquial clasificadas, atendiendo a sus características morales, en cuatro apartados ilustrados con los correspondientes colores:

La censura no tenía un código, así que los censores revisaban todo lo relativo a la cinematografía, nacional o extranjera, y se les otorgaba una determinada clasificación por edades.


La Iglesia Católica tenia también un código de censura, así que revisaba los títulos y los clasificaba según sus estrictos criterios. Asi teniamos, por un lado la censura del estado, y por otro la de la iglesia: 
 
La censura estatal se hacia mediante un clasificación numérica:
    1 → apta para niños.
    2 → apta para jóvenes.
    3 → sólo para mayores (más de 21 años).
    3R → para mayores con reparos.
    4 → peligrosa. Su visión no era aconsejable.
El Estado censuraba aquellos factores de la moral pública y los relativos a la política. Por ejemplo, el atuendo del ser humano debía tener unas características, sobre todo en el caso de la mujer, que debía tener unas determinadas dimensiones en el vestido en cuanto a la largura de la falda, el escote y las mangas. 
 
La Iglesia hacía una censura semejante, pero su denominación era por colores:
    Apta para niños → blanca.
    Apta para jóvenes → azul.
    Apta para mayores → rosa.
    Apta para mayores con reparos → grana (el equivalente al rojo, una palabra tabú en la sociedad española de la época).
    Peligrosa → negro. En aquella época en negro era el infierno.
La Iglesia advertía a los fieles, incluso desde el púlpito, de las consecuencias que el visionado de aquellas peliculas tenian para la “salvación eterna” de los feligreses. En la puerta de los cines el portero exigía el carné de identidad a los menores o de apariencia, a su criterio, aniñada, estableciendo un riguroso control, por otro lado provocado por las inspecciones periodicas de los encargados de efectuar el control. 

 
Dentro de aquella clasificación “moral e ideologica”, las más fuertes tenían un 3 y las de “pecado mortal” se distinguían porque tenían la calificación de 3R, que significaba para mayores con reparos. Era más excitante ver en los 50 una mala pelicula de 3R que hoy una buena película 3D. 

 
En mis recuerdos relacionados con la censura, siempre estará el dia que proyectaron la pelicula “Solo ante el peligro”, la clasificación la definió como de 3R, asi que los menores de 21 años no podiamos acceder a la sala cienmatografica, aunque siempre existieron los enchufes, asi que el bueno de Ramon, acomodador del Cine Arenal de Romo, permitio que dos menores accedieramos a verla, con 16 años, aunque con la condición de estar situados juntos en un lugar estrategico de la “general”, para que en caso de que hubiera alguna inspeccion pudieran escondernos en una salita adjunta, tuvimos la mala suerte de que hubiera tal inspección asi que en lo mas interesante de la pelicula tuvimos que correr a escondernos en aquel cubiculo, luego nunca entendi cual era el contenido “pecaminoso” de aquella cinta, quiza aquel censor “sin querer” me salvó de visionar alguna imagen “daniña” para mi joven esperiencia.



1 comentario:

  1. Poco antes de cumplir 16 años, las películas de mayores pasaron a ser para "18 años". Menos mal que existían los cines de barrio en donde se siguieron proyectando programas dobles de esas películas que mantenían la antigua calificación de mayores 16.

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