miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL BAR DE KOLAS


El Bar de Kolas, no era un bar cualquiera, era un lugar de encuentro de la gente del barrio, en el se podían degustar , ademas de vino, cerveza y otros licores, los bocaditos de carne picada y merluza frita. El vino lo servia en los vasos de la época, los de txikito, eran de culo de cristal macizo, pesaban un montón y no había riesgo de que su néctar se derramase.

En sus mesas se jugaban partidas interminables, dicen que corría mucho dinero por aquellas mesas, al menos por la dedicación que a diario hacían algunos clientes, es posible que así fuera.

Era un bar grande, acogedor, donde Kolas con su eterna sonrisa y su voz amable te hacia sentir gusto.

En su primer piso solía poner unas cazuelitas de callos y otras delicatessenn que ya nos gustaría volver a recordar, no se si era Blanqui o Mari la que tenia buena mano para los guisos, pero lo hacían verdaderamente bien..

Hoy como otros muchos lugares del viejo Romo, ya han pasado a la historia, aunque los nombres permanecen y hasta en fiestas se dice “Txupinazo la Plaza de Kolas”. Su lugar es hoy ocupado por una entidad que en nada nos recuerda a la sonrisa y bien hacer de Kolas.

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